Los acuerdos de paz entre miembros de un grupo armado y un Estado, no son otra cosa que el restablecimiento del contrato social. La aceptacion de los armados dentro de la sociedad con todas las garantias civiles, a cambio de que renuncien a las armas y a cualquier mecanismo de violencia para solucionar sus diferencias.
Sin embargo, la sola firma de esos acuerdos de paz no es suficiente para garantizar su satisfactorio final, pues hace falta que los acuerdos a los que se llegue sean cumplidos a cabalidad, tanto por el Estado como por el grupo alzado en armas. Ya que el incumplimiento de estos, es muestra indeleble de la falta de voluntad en lograr la reconciliacion de cualquiera de las partes que los viole.
Y es esto lo que mas preocupa de las negociaciones entre el gobierno Colombiano y el grupo paramilitar de extrema derecha Autodefensas Unidas de Colombia, pues este ultimo, a pesar de sus desmobilizaciones parciales y parcas entregas de armas, continua influyendo a traves de la coaccion y el miedo en la politica regional, generando importantes grupos de base que desequilibran el libre ejercicio de la democracia.
No se trata de que los alzados en armas no puedan en un momento dado incursionar en politica y poner sus ideas a disposicion de los ciudadanos, se trata de que esas ideas no sean impuestas a traves del terror, la coaccion o el miedo. Se trata de que mientras su situacion juridica no este resuelta, aun no hacen parte de la vida democratica del pais, pues todavia no se a restablecido su contrato social como individuos, ya que si como grupo armado, lo cual les permite una serie de ventajas a la hora de comparecer a la justicia.Pero no solo es la intervencion en politica a traves de las armas y el miedo de estos grupos al margen de la ley lo que preocupa. Preocupan en no menor grado sus "campañas sociales", como las llevadas a cabo por organizaciones de ex-miembros del grupo paramilitar como "Corporacion Democracia", la cual, con dineros de no se sabe donde acompaña procesos de invasion de tierras legalmente poseidas, a traves de insumos y materiales para la construccion, pues asumo que las ayudas gubernamentales dificilmente dan para que sobrevivan los ex-miembros del grupo paramilitar, mucho menos va a alcazar para sus "programas sociales".El proceso de reinsercion a la sociedad implica ciertos compromisos, los cuales fueron firmados por sus maximos jefes, y el incumplimiento de ellos, asi como la cifra dada por la ONG International Crisis Group de 2000 personas muertas desde diciembre de 2002, cuando se inicio el cese al fuego, dejan un pesimo precedente en las espectativas del proceso de reinsercion hacia futuro.La sociedad colombiano esta pagando un costo muy alto al aceptar a estos armados de vuelta en el seno de la sociedad, como para que ellos no jueguen limpio. Si su intencion no es renunciar al terror y la cooptacion, sino bajar el perfil a sus miembros mas visibles, debieron ponerlo claro desde un principio. El anhelo de paz de los colombianos merece que le jueguen limpio.Hollman LozanoVancouver, Febrero 16 de 2006
Hollmna lozano
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