La democracia no es la ideal forma de gobierno que todos quisiéramos, pero de las conocidas es la menos mala. Y fue por esa vía que el pueblo palestino eligió a quienes ahora son sus representantes políticos, el denominado grupo terrorista Hamas.
Si bien es cierto que Hamas es el responsable de la mayoría de los ataques suicidas en contra de ciudadanos e intereses israelíes, también es cierto que los miembros del mencionado grupo han disminuido ostensiblemente sus acciones militares durante el ultimo año. Pero a pesar de los resultados de las elecciones, y el descenso de sus actividades militares, ni Naciones Unidas, ni la Unión Europea, ni los Estados Unidos, los consideran un interlocutor valido para continuar con las conversaciones de paz de Medio Oriente.Pero al rechazar a Hamas por sus pasadas actividades militares, lo que los mencionados hacen, es rechazar al pueblo palestino en su decisión de escogerlos como sus representantes políticos, pasando por alto que la negativa de Hamas a reconocer el Estado Israelí, no hizo parte de las banderas de campaña que llevaron a la organización armada al triunfo. Además de lo anterior, una cosa es un organización político-militar de oposición y otra un movimiento político, si bien armado, formando parte del gobierno, pues esto ultimo, bien manejado, podría llevar a un desenlace positivo de la paz en Medio Oriente, considerando las fuertes organizaciones de base a través de los diversos programas de bienestar social que Hamas desarrolla con el pueblo palestino.No se trata de permitir que Hamas desarrolle sin problema sus programas militares, al tiempo que hace parte de la Autoridad Palestina; de lo que se trata es de utilizar mecanismos políticos para construirle al movimiento armado un transito hacia la civilidad al darle margen de acción dentro de la institucionalidad. Lo que definitivamente no se puede hacer es chantajear a hamas con la suspensión de ayudas ecónomicas, si no se pliega a los designios de los paises y oarganizaciones occidentales que buscan la paz entre palestinos e israelíes, pues esto no es otra cosa que acorralar a un movimiento con experiencia y efectividad en el campo militar, que además de lo anterior, cuneta con el respaldo mayoritario del pueblo palestino.
La democracia no es una forma perfecta de gobierno, pero así como es legitimo que el pueblo estaunidense elija a su presidente contra el senir de aquellos que nos oponemos a la guerra de Irak, es legitimo que los palestinos elijan a quienes consideran como sus representantes politicos más apropiados.
Hollman Lozano
hollmanlozano@yahoo.ca
Vancouver BC, Febrero 2, 2006
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