Saturday, September 30, 2006

ETA y la Salida Negociada; O Que hace Más Hace Falta



Luego de la grandilocuencia de las declaraciones iniciales, y las aparentes buenas intenciones de los dos bandos, nada parece avanzar en las posibilidades de paz entre la ETA y el gobierno Español.
De hecho las conversaciones entre las partes ni siquiera han comenzado. Pues mientras ETA exige su participación en las discusiones que se llevan a cabo sobre el posible futuro del País Vasco, el gobierno no autoriza su participación hasta cuando ETA no condene públicamente la violencia política, a lo cual el movimiento armado se ha negado rotundamente.
Pero si ello fuera poco el fin de semana pasado, durante una marcha en favor de la independencia de la región Basca de España tres hombres armados se presentaron a la marcha y en nombre de ETA aseguraron que: “Hasta que logremos la independencia y el socialismo en el país Vasco nosotros reafirmamos nuestra intención de mantener las armas con firmeza. La pelea no es una cosa del pasado. Esta es el presente y el futuro”
Al mismo tiempo, la “kale borroka” o lucha callejera, mediante la cual ETA ha amedrentado por años a aquellos opuestos a sus políticas se ha intensificado desde el mes de Junio.
Si bien es cierto que las tres personas que se presentaron a la marcha, pueden no representar la opinión del pleno de la organización armada, este planteamiento implicaría una división al interior del grupo separatista que traería nefastas consecuencias para el futuro de la región y de España. Pero el hecho de que esta declaración se haga en al tiempo que las acciones delictivas de ETA crecen, hace pensar que las declaraciones de los tres hombres armados no hace parte de hechos aislados sino que representan la opinión de la mayor parte de los miembros del movimiento armado.
Es decir, a pesar de que ETA ha sostenido su cese al fuego, a pesar de los actos delictivos menores, le envía mensajes públicos al gobierno a través de los cuales amenaza con continuar la lucha armada, lo cual da razón a todos aquellos que se oponen a las posibilidades de paz con ETA, pues aseguran que al movimiento le falta voluntad de paz. Al mismo tiempo, la organización armada, le cierra las posibilidades al gobierno de Zapatero de hacer cualquier concesión al grupo armado, pues esta será vista como debilidad del establecimiento frente a la organización armada, y no como intentos de afianzar el camino hacia la reconciliación con el grupo separatista.
Es necesario que la dirigencia de ETA tome conciencia de la oportunidad que tiene en sus manos. El gobierno de Zapatero esta pagando el precio político por las posibilidades de paz con ETA, pero esta no parece dispuesta a dar razones para que el gobierno español siga adelante con sus esfuerzos de paz. Si la voluntad política de la organización armada es real, debe mostrar esta no solo a través de comunicados, sino sobre vida diaria de los españoles, de lo contrario la violencia se impondrá de nuevo sobre las palabras y este será el fin de ETA. El gobierno Español ha hecho su parte, le corresponde a la organización armada hacer la suya sin más dilaciones.


hollman.lozano@yahoo.ca

Sunday, September 24, 2006

Reelecciones en América Latina frente a la idea de la democracia




No importa de qué partido político, perspectiva o filiación sea el político que modifica las reglas para extender su periodo en el poder, ello es un atentado a la democracia, aprovechamiento indebido del Estado, violación de los términos de justicia, e igualdad, y avasallamiento de la diferencia. Es un retroceso innecesario en los procesos democráticos de cada país, además de que quebranta la confianza de la población en las instituciones, y genera una polarización política que distancia y separa a los miembros de un mismo pueblo que se reconocen en una sola bandera.
Sean de izquierda, de derecha, o de centro, la violación de las reglas preestablecidas en provecho particular en el ejercicio democrático, es una violación incluso del contrato social que supone a todos los individuos iguales ante los poderes. Es decir, lo mismo que se dijo cuando el reelegido presidente Uribe altero la constitución para permitir la extensión de su mandato, puede decirse del presidente Chávez que planea hacer modificar la constitución si gana las próximas elecciones venezolanas.
Ni siquiera importa que la modificación de las reglas se haga en nombre de los pobres; no pocos han sido los atropellos sufridos por los menos favorecidos a lo largo de la historia que no hayan sido creados pretextando su defensa y/o la mejoría de sus condiciones.
No se trata de defender contra todo pronóstico la idea de la democracia. De antemano debe quedar claro que ésta es una de las formas más imperfectas de gobierno, pues como lo señalara Erick Von Kuehnelt-Leddihn “…cincuenta y un por ciento de una nación puede establecer un régimen totalitario, suprimir las minorías y todavía seguir siendo democráticos…” pero aun a pesar de ello, de sus múltiples imperfecciones, la democracia es la forma de gobierno que mejor se acopla a la diversidad de intereses de una nación. Pues el sustrato de la idea de democracia es que a pesar de nuestras diferencias o precisamente por éstas todos tengamos los mismos derechos y garantías no por tradición, sino porque es necesario protegernos contra los demonios que podemos llegar a ser para nosotros mismos.
Ya en un momento dado, cuando la independencia de las instituciones y la transparencia del ejercicio de lo público muestren la salud y la madurez de la democracia, pueden modificarse las reglas para establecer cosas como la reelección, pero no inmediata, pues ello supone la ventaja de un ciudadano sobre los demás, su favorecimiento frente a sus congéneres. La democracia es mucho más que elecciones cada cierto número de años.
De hecho si algo muestra la salud democrática de una nación es la fuerza de la oposición, la posibilidad de que los entes de control se encuentren en manos del partido opositor, que los medios puedan decir lo que les de la gana, sin siquiera pensar en las reacciones del poder.
En ese sentido tanto Colombia como Venezuela no están o no estaban preparados para el extendimiento de los periodos de quienes detentan el poder, y las consecuencias de ello comienzan a pagarse en Colombia, y se vienen pagando hace tiempo en Venezuela. Una cosa es el llamamiento de elecciones anticipadas para refrendar mediante el voto las decisiones tomadas, y otra muy otra es abrogarse el poder para decidir por los ciudadanos, pues incluso si el cincuenta y uno por ciento de los venezolanos quiere a Chávez como presidente por el resto de su vida, por el bien de la diversidad y la estabilidad social del país, ello no debe suceder.

hollman.lozano@yahoo.ca

Sunday, September 17, 2006

Benedicto XVI y las declaraciones sobre el Islam

Hay una diferencia fundamental entre citar un párrafo en medio de una disertación académica sobre la religión y la violencia, y suponer que el párrafo citado es la opinión personal de quien lo cita, independientemente de que quien sea quien hace la cita.
La semana pasada Joseph Ratzinger antes conocido prefecto para conservación de la doctrina y la fe, y ahora conocido como Benedicto XVI, dio una disertación académica en Regensburg University, en la cual trataba sobre la incompatibilidad de la violencia con la naturaleza de Dios y el alma. En ella citó las palabras del emperador bizantino Manuel II Palaeologus. La cita de Manuel II dice “:…Muéstrame solo lo que Mahoma trajo nuevo y ahí vas a encontrar solo cosas diabólicas e inhumanas, como su orden de esparcir por la espada de la fe su fe.”
Pero los medios, con su sensacionalismo irresponsable descontextualizaron la frase de Benedicto y la pusieron como su opinión personal. De hecho la noticia que se esparció como pólvora se refería a que el pontífice había llamado al Islam diabólico e inhumano. Pero nada mas alejado de la realidad. De hecho la idea central de su disertación, iba en sentido contrario, pues trataba de mostrar la incongruencia de la violencia con la idea de dios.
Sin embargo la respuesta no se hizo esperar. Los líderes del Islam salieron a reclamar excusas de Benedicto pues se consideraban agredidos por sus palabras. Entonces Benedicto pidió excusas, pero estas no fueron suficientes, y varios musulmanes sin tener el conocimiento total de los hechos se tomaron las calles para protestar por las supuestas palabras de Benedicto, y se presume que el asesinato de una monja en Somalia fue una retaliación a estas. De hecho el presidente pakistaní Pervez Musharraf dijo al referirse a las palabras del papa que: “…se debían oponer claramente todos los esfuerzos para asociar el Islam con el terrorismo….”
Si bien es cierto que por las circunstancias que vive el mundo es necesario que personas como el papa sean precavidos con las opiniones y comentarios que realizan, ello no les impide citar comentarios como el realizado por Manuel II, ni participar en certámenes académicos como el que se llevo a cabo en la señalada universidad.
No se trata de defender a Ratzinger, personalmente no soy católico, pero creo que lo acontecido con él es una injusticia que si no se explica de la manera apropiada puede llevar a consecuencias inimaginables, pues aunque no han habido las respuestas violentas que hubo cuando las caricaturas del profeta Mahoma en Dinamarca, las posibilidades de que ese malentendido pueda ser tomado para una nueva escalada de violencia religiosa son amplias. Tampoco se trata como lo señalaba un artículo del New York Times sobre el tema, que el papa debió haber dicho que estaba en desacuerdo con los planteamientos señalados por la cita, pues esta sobreentendido por el documento en el cual esta dicho que no esta de acuerdo.
Es necesario que los medios alrededor del mundo sean más responsables, pues el afán de la noticia lleva a que situaciones sacadas de contexto puedan terminar en escaladas violentas, produciendo pronunciamientos sacados de contextos, y obligando a pedir excusas que personalmente creo innecesarias, pues de alguna manera es darles la razón a quienes cínicamente tergiversaron las palabras de Ratzinger.


hollman.lozano@yahoo.ca


Tuesday, September 12, 2006

La Primera Vez Que Sentí Pena De Ser Colombiano

Por primera vez en mis veintiséis años, sentí vergüenza de ser colombiano. Cerré el periódico y no me intereso más el detalle, los diferentes ángulos de la noticia ni sus consecuencias. Y eso que en Colombia ha pasado de todo para que la cabeza gacha sea la forma de estar en el mundo. Desde la droga en el avión presidencial, pasando por innumerables masacres auspiciadas por altos mandos militares, hasta altos funcionarios públicos atacando el erario público con triquiñuelas jurídicas.
Pero los acontecimientos de esta semana son incluso más vergonzosos. La posibilidad de que un presidente de la republica salga públicamente a defender las acciones de dos militares activos por su presunta participación en un atentado que le costo la vida a varios militares; así como el cobro de recompensas por el desmantelamiento de acciones precisamente ejecutadas por ellos, en asocio con una reinsertada de las FARC simplemente no tienen nombre.
El presidente ni siquiera salió a decir que esperaba que la investigación concluyera para poder pronunciarse sobre el caso. O que la Fiscalia contaba con todo el apoyo del establecimiento para esclarecer los hechos, y agradecerle a los medios por su compromiso con la estabilidad institucional del país, NO.
A él no le interesa esperar a que la investigación se desarrolle y se puedan ver con más claridad los acontecimientos. El ya saco sus propias conclusiones. Los militares, sean cuatro, dos, uno o medio pero militares, no hicieron según él lo que los medios dicen. Pero en el remoto caso de que el ente investigador compruebe su participación en el hecho delictivo, ya el presidente ha sentado su palabra, lo hicieron para salvar la ciudadanía. De hecho en menos de una semana, pasaron de ser simples manzanas podridas que en nada comprometían la actuación de la institución como un todo, según palabras del ministro de la defensa, a estar respaldados por el propio presidente de la republica.
Militares, representantes del establecimiento, servidores públicos, matando a sus compañeros militares, ya no en la difusa visión de la manigua, que de por si ya es cuestionable, si no en plena calle de la capital y con una carro bomba. Quiere decir ello que de ahora en adelante los bogotanos, o los colombianos deben temerle a cualquier militar que se transporte en un carro civil, pues no se sabrá detrás de qué ira en su afán “salvador.” Que otras acciones de salvamento han hecho? Que otros actos de salvamento ha cometido el ejército colombiano que luego son achacados a pie juntillas a las FARC?
Hasta donde están dispuestos a ir los colombianos tras la promesa de la seguridad? Hasta la diaria incertidumbre de que un militar en la plenipotencialidad de sus poderes decida salvar “ciudadanos” a toda costa.
Que necesidad hay de discursos grandilocuentes en contra de los violentos, de convocar a la nación a estar del lado del Estado, si tenemos sorpresas como ésta.
No se trata de que se los condene por sospecha. Se trata de que se adelanten las investigaciones respectivas con el fin de determinan que fue lo que en realidad ocurrió. Pero no exonerarlos de antemano, haciendo la salvedad que si eventualmente ello sucedió, fue un acto de servicio. En un país como Colombia donde la connivencia de las fuerzas militares y el poder publico con las organizaciones armadas, situaciones como esta tienen que manejarse con toda la prudencia, claridad e independencia. Pero hay otras cosas que pueden más.
Sin embargo el presidente colombiano no se quedo ahí. Según él, el problema no es que se sepa sobre la posible participación de dos militares en semejante clase de hechos, según él, el problema es que los medios con el afán de la primicia informativa, corrompan funcionarios para obtener información. Es decir, el problema no es la posibilidad de que éstos hechos sucedan; está decidido de antemano que no ocurran y si lo hacen son actos de servicio. El problema es que se haya echo publico, que la ciudadanía se haya enterado. Una vez más se equivoca el presidente. Hace parte de los bastiones tradicionales de la democracia, el que los medios de comunicación cumplan la labor de veedores sobre las acciones de los servidores públicos, y casos como éste, demuestran por si solos la necesidad de esa veeduría, de lo contrario la pena se volverá costumbre y terminaremos justificando a los asesinos con leyes de títulos grandilocuentes.

hollman.lozano@yahoo.ca


Wednesday, September 06, 2006

Jose Vicente Castaño; o la sordidez más macabra

La Fiscalía General de la Nación de Colombia ha decidido vincular formalmente a Vicente Castaño Gil por la muerte de quien fuera su hermano y máximo dirigente de las Autodefensas Unidas de Colombia, Carlos Castaño.
Luego de todos los rumores que indicaban que Carlos habría negociado su entrega con el gobierno de Estados Unidos a cambio de tratamiento para la menor de sus hijas, o que estaba viviendo en Israel, o se habría radicado en Panamá o Alemania, la Fiscalía basada en el testimonio de seis de los veinte hombres que asesinaron a Carlos Castaño ha encontrado merito para sustentar otro de los rumores fuertes desde la desaparición del líder paramilitar.
Que su hermano Jose Vicente Castaño, hermano también de quien fuera el creador de la primera generación de paramilitares en Colombia a mediados de los años ochenta, habría planeado inicialmente el secuestro de su hermano, pues estaba en completo desacuerdo con el rumbo que tomaban las negociaciones con el gobierno.
Para ese entonces, Carlos Castaño había asegurado que los jefes paramilitares estarían en un momento dado dispuestos a ir a la cárcel, lo cual fue respondido por su hermano con un intento de secuestro que desemboco en la muerte de Carlos y de varios de los que fueran sus escoltas al oponerse a la captura de Carlos.
De todo lo anterior quedan claras un par de cosas:
La primera es que los miembros del Estado Mayor Central de las Autodefensas están dispuestos a acabar con el que se interponga en su camino, sin escatimar ni siquiera en lazos de parentesco, jerarquía o cercanía.
Ello debería poner a pensar seriamente a todos aquellos que han colaborado o participado con el fenómeno paramilitar, pues en un momento dado estarían dispuestos a desaparecerlos como le ha ocurrido no solo a Carlos Castaño, sino a muchos aquellos que en un momento dado han participado o tenido que ver con los hechos más macabros de la dolorosa historia reciente de Colombia.
La segunda es que dentro del denominado Estado Mayor Central, Vicente constituye una de las alas más retrogradas del movimiento paramilitar –sin que los demás puedan considerarse progresistas- pues mientras la mayoría de estos han aceptado, de buena o mala manera pero aceptado, la orden presidencial de someterse a la justicia, éste se encuentra escondido en algún lugar de Colombia, pese a que su escolta personal estaba compuesta por miembros de la fuerza publica, luego de su desmovilización con el bloque Centauros.
Sin embargo las posibilidades de que este macabro personaje se entregue a la justicia son remotas. Desde la desaparición de Castaño e incluso antes, había una sombra en la mesa de negociación con los paras a la que había que consultarle cualquier decisión que se tomara, una suerte de mesa alterna que daba la última palabra sobre los acuerdos a los que se llegaba con el gobierno.
Además porque difícilmente alguien dentro del paramilitarismo salvo el también líder paramilitar Ramón Isaza conoce todos los entuertos, contactos y aconteceres de la macabra violencia política reciente que ha sacudido a Colombia.
Pero es allí donde debe actuar la institucionalidad colombiana. Es allí donde se deben levantar todas las prebendas que se han puesto para que los paramilitares depongan las armas, y castigarlo con todo el peso de la ley, no solo por sus escandalosas actividades delictivas, ni por su plenamente probado pasado narcotraficante, pero por sobretodo por su miserable falta de voluntad de paz.

Hollman lozano

hollman.lozano@yahoo.ca

Monday, September 04, 2006

Trabajadores Migrantes Temporales en Canadá

Contrario a la legislación canadiense, la legislación internacional respecto al tema laboral y el buen nombre en materia de derechos humanos de Canadá, miles de trabajadores latinoamericanos son empleados en violentamente indignas condiciones de trabajo a lo largo del país. Ellos, bajo el programa de “temporary foreign workers” a menudo vienen de México y diversos países de Latinoamérica a trabajar por cortos periodos de tiempo con el compromiso de que regresen a sus países de origen. Hasta allí no habría mayores inconvenientes, pues se trataría de un programa que permite a personas con experiencia trabajar legalmente en Canadá por algún periodo.
Sin embargo, sobre la práctica la idea se perdió en ventaja de los empleadores canadienses. Algunos de los trabajadores han sido obligados a aplicar pesticidas nocivos para la salud, sin la debida preparación ni los equipos de protección necesarios para ello. Además de esto, son obligados a trabajar extenuantes jornadas de doce a dieciséis horas, sin el más elemental reconocimiento de horas extras.
Todo ello auspiciado por la impunidad de su situación de temporales. Pues no cuentan con una oficina o una persona ante la cual denunciar los vejámenes de los que son objeto. De hecho ni siquiera pueden acudir a los estamentos que pretejen a los trabajadores canadienses pues sus dificultades con el idioma, además de sus jornadas de trabajo, les impiden acceder a estas posibilidades. Para el gobierno así como para los empleadores es uno de los mejores negocios. Mano de obra barata sin acceso a pensión o primas ni cesantías de ningún tipo, que dejaran dentro de poco el país. Pero el negocio no puede hacerse a costa de los menos favorecidos. Si los negocios de por si no son rentables, no deben serlo a causa de emplear a la gente por menos de lo legal, o engañarlos con aumentos de salario o ascensos que nunca se dan.
La necesidad de el empleado de conseguir un sustento no puede y no debe ser una excusa para que trabaje por lo que al empleador le de la gana de pagar. Si no es rentable no es rentable y se acabo. Pero este no es el caso en las fincas canadienses que emplean a los trabajadores inmigrantes temporales. Sus rendimientos son lo suficientemente altos como para que cumplan por lo menos con pagarles un salario mínimo que en promedio es de ocho dólares la hora en Canadá.
Pero no es solo en las fincas canadienses; en las que se pierden mas vidas por cada cien mil habitantes que en toda la industria combinada, donde se abusa de los inmigrantes temporales. La empresa Canadá Line contratista del gobierno encargada de construir bajo suelo una de las líneas de transito mas importantes para los juegos de invierno del 2010, ha sido repetidamente acusada de maltratar trabajadores temporales colombianos, a los cuales se les paga alrededor de cinco dólares hora por trabajar entre 54 y 66 horas a la semana, mientras a una aprendiz canadiense, le pagarían por lo menos quince dólares la hora por las primeras cuarenta horas de trabajo además de horas extras.
Si el gobierno canadiense ha de luchar por la mejoría de los derechos humanos alrededor del mundo, debe comenzar por impedir que esta clase de situaciones se presenten. Empezando por firmar sin mayores dilaciones la Convención Internacional de los derechos de todos los trabajadores migrantes y sus familias, la cual fue aprobada por Naciones Unidas en 1990. Lo demás son discursos de doble moral, no solo el derecho a la vida hace parte de los derechos humanos.

hollman.lozano@yahoo.ca