Hay una diferencia fundamental entre citar un párrafo en medio de una disertación académica sobre la religión y la violencia, y suponer que el párrafo citado es la opinión personal de quien lo cita, independientemente de que quien sea quien hace la cita.
La semana pasada Joseph Ratzinger antes conocido prefecto para conservación de la doctrina y la fe, y ahora conocido como Benedicto XVI, dio una disertación académica en Regensburg University, en la cual trataba sobre la incompatibilidad de la violencia con la naturaleza de Dios y el alma. En ella citó las palabras del emperador bizantino Manuel II Palaeologus. La cita de Manuel II dice “:…Muéstrame solo lo que Mahoma trajo nuevo y ahí vas a encontrar solo cosas diabólicas e inhumanas, como su orden de esparcir por la espada de la fe su fe.”
Pero los medios, con su sensacionalismo irresponsable descontextualizaron la frase de Benedicto y la pusieron como su opinión personal. De hecho la noticia que se esparció como pólvora se refería a que el pontífice había llamado al Islam diabólico e inhumano. Pero nada mas alejado de la realidad. De hecho la idea central de su disertación, iba en sentido contrario, pues trataba de mostrar la incongruencia de la violencia con la idea de dios.
Sin embargo la respuesta no se hizo esperar. Los líderes del Islam salieron a reclamar excusas de Benedicto pues se consideraban agredidos por sus palabras. Entonces Benedicto pidió excusas, pero estas no fueron suficientes, y varios musulmanes sin tener el conocimiento total de los hechos se tomaron las calles para protestar por las supuestas palabras de Benedicto, y se presume que el asesinato de una monja en Somalia fue una retaliación a estas. De hecho el presidente pakistaní Pervez Musharraf dijo al referirse a las palabras del papa que: “…se debían oponer claramente todos los esfuerzos para asociar el Islam con el terrorismo….”
Si bien es cierto que por las circunstancias que vive el mundo es necesario que personas como el papa sean precavidos con las opiniones y comentarios que realizan, ello no les impide citar comentarios como el realizado por Manuel II, ni participar en certámenes académicos como el que se llevo a cabo en la señalada universidad.
No se trata de defender a Ratzinger, personalmente no soy católico, pero creo que lo acontecido con él es una injusticia que si no se explica de la manera apropiada puede llevar a consecuencias inimaginables, pues aunque no han habido las respuestas violentas que hubo cuando las caricaturas del profeta Mahoma en Dinamarca, las posibilidades de que ese malentendido pueda ser tomado para una nueva escalada de violencia religiosa son amplias. Tampoco se trata como lo señalaba un artículo del New York Times sobre el tema, que el papa debió haber dicho que estaba en desacuerdo con los planteamientos señalados por la cita, pues esta sobreentendido por el documento en el cual esta dicho que no esta de acuerdo.
Es necesario que los medios alrededor del mundo sean más responsables, pues el afán de la noticia lleva a que situaciones sacadas de contexto puedan terminar en escaladas violentas, produciendo pronunciamientos sacados de contextos, y obligando a pedir excusas que personalmente creo innecesarias, pues de alguna manera es darles la razón a quienes cínicamente tergiversaron las palabras de Ratzinger.
hollman.lozano@yahoo.ca
La semana pasada Joseph Ratzinger antes conocido prefecto para conservación de la doctrina y la fe, y ahora conocido como Benedicto XVI, dio una disertación académica en Regensburg University, en la cual trataba sobre la incompatibilidad de la violencia con la naturaleza de Dios y el alma. En ella citó las palabras del emperador bizantino Manuel II Palaeologus. La cita de Manuel II dice “:…Muéstrame solo lo que Mahoma trajo nuevo y ahí vas a encontrar solo cosas diabólicas e inhumanas, como su orden de esparcir por la espada de la fe su fe.”
Pero los medios, con su sensacionalismo irresponsable descontextualizaron la frase de Benedicto y la pusieron como su opinión personal. De hecho la noticia que se esparció como pólvora se refería a que el pontífice había llamado al Islam diabólico e inhumano. Pero nada mas alejado de la realidad. De hecho la idea central de su disertación, iba en sentido contrario, pues trataba de mostrar la incongruencia de la violencia con la idea de dios.
Sin embargo la respuesta no se hizo esperar. Los líderes del Islam salieron a reclamar excusas de Benedicto pues se consideraban agredidos por sus palabras. Entonces Benedicto pidió excusas, pero estas no fueron suficientes, y varios musulmanes sin tener el conocimiento total de los hechos se tomaron las calles para protestar por las supuestas palabras de Benedicto, y se presume que el asesinato de una monja en Somalia fue una retaliación a estas. De hecho el presidente pakistaní Pervez Musharraf dijo al referirse a las palabras del papa que: “…se debían oponer claramente todos los esfuerzos para asociar el Islam con el terrorismo….”
Si bien es cierto que por las circunstancias que vive el mundo es necesario que personas como el papa sean precavidos con las opiniones y comentarios que realizan, ello no les impide citar comentarios como el realizado por Manuel II, ni participar en certámenes académicos como el que se llevo a cabo en la señalada universidad.
No se trata de defender a Ratzinger, personalmente no soy católico, pero creo que lo acontecido con él es una injusticia que si no se explica de la manera apropiada puede llevar a consecuencias inimaginables, pues aunque no han habido las respuestas violentas que hubo cuando las caricaturas del profeta Mahoma en Dinamarca, las posibilidades de que ese malentendido pueda ser tomado para una nueva escalada de violencia religiosa son amplias. Tampoco se trata como lo señalaba un artículo del New York Times sobre el tema, que el papa debió haber dicho que estaba en desacuerdo con los planteamientos señalados por la cita, pues esta sobreentendido por el documento en el cual esta dicho que no esta de acuerdo.
Es necesario que los medios alrededor del mundo sean más responsables, pues el afán de la noticia lleva a que situaciones sacadas de contexto puedan terminar en escaladas violentas, produciendo pronunciamientos sacados de contextos, y obligando a pedir excusas que personalmente creo innecesarias, pues de alguna manera es darles la razón a quienes cínicamente tergiversaron las palabras de Ratzinger.
hollman.lozano@yahoo.ca
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